Las arrugas de expresión son
el grupo de arrugas más conocido y el que más pronto aparece en nuestras caras.
Este tipo de arrugas son creadas principalmente por la acción de los músculos
faciales durante la gesticulación.
En un principio las arrugas de expresión únicamente son visibles cuando estamos
realizando el gesto facial correspondientes (subir las cejas -> arrugas en la frente),
pero posteriormente se van marcando unas pequeñas líneas en la piel que con el tiempo y
si no son tratadas para ralentizar su evolución pueden terminan en arrugas realmente
profundas.
Dentro de las arrugas
de expresión se encuentran los siguientes tipos de arrugas:
Arrugas en la nariz o entrecejo
Arrugas en la frente
Arrugas en el contorno de los
ojos (patas de gallo)
Arrugas en el labio superior
Evitar o eliminar las arrugas de expresión
El arma cosmética más poderosa para evitar las arrugas de expresión es la toxina
botulínica. Esta toxina es conocida como Botox aunque en
realidad esta palabra es una marca que debido a su popularidad se ha convertido en un
término genérico. La toxina botulínica se extrae de la bacteria botulínica que antes
del siglo XX producía muchos caos de botulismo generalmente producidos por la ingestión
de conservas contaminadas por esta bacteria.
Se trata de una técnica segura ya que se administra desde los años 90 en Estados
Unidos para evitar la formación de arrugas y desde los años XX para otros problemas como
el tratamiento de tics en los ojos y la hipersudoración entre otros.
En España se aprobó su utilización en el año 2004 y esta estrictamente regulado
tanto los médicos que pueden inyectar la toxina botulínica o Botox, como el control del
producto para lograr un tratamiento seguro y de calidad. No existe una edad mínima o
máxima para la administración del Botox por lo que puede usarse a cualquier edad.
Las arrugas más tratadas con el Botox o toxina botulínica son las arrugas de la frente
donde se puede conseguir prácticamente su no aparición si se comienza el tratamiento
antes de su primera aparición. No obstante también se eliminan las arrugas en la frente
o cuando menos se reducen cuando estas ya están presentes al estar los músculos
relajados. Además el tratamiento continuado previene el aumento de las arrugas en la
frente si estas ya han parecido.
Si las arrugas en la frente son muy profundas puede utilizarse acido hialurónico,
grasa corporal, agarosa u otro compuesto para el relleno de las arrugas.
Los efectos del Botox comienzan a desaparecer tras tres meses por lo que se suele
recomendar tres o cuatro aplicaciones anuales para mantener los músculos tratados en la
relajación deseada.
La toxina botulínica actúa impidiendo la contracción muscular mediante la
inhibición de un neurotransmisor llamado acetilcolina que utilizan las células nerviosas
para comunicarse con los músculos.
También puede utilizarse para tratar a las patas de
gallo (arrugas en los laterales de los ojos) y en menor medida para las arrugas que se
forman sobre el labio superior más conocidas como el código de barras.
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